17 de septiembre de 2008

Woodstock, 3 Días de Paz y Música

El 15 de Agosto de 1969, un novedoso festival de música conmocionaría a toda una geneneración, el Festival de Woodstock. Alrededor de 450.000 personas acudieron al evento que se celebró en el poblado de Bethel, en Nueva York. Estas personas acudieron a la llamada de la Paz, del Amor y de grupos como The Who, Janis Joplin, Santana, Jimi Hendrix… Era el primer festival de esas características que se celebraba en la historia, y todos los que creían en la filosofía que Woodstock apoyaba, recorrieron miles de Kilómetros en moto, autobús, caravanas, con bebés recién nacidos… Lo mismo daba, lo importante era llegar y compartir esa experiencia con miles de desconocidos y disfrutar. Muchos de los que querían estar allí, no pudieron llegar por diversas circunstancias, de todos modos, nunca había ocurrido nada igual hasta entoces, aquello era todo un hito cultural que quedaría en la memoria de todos.




Todos se hicieron eco de este concierto, Hippies y conservadores, todos estaban enterados del acontecimiento. Tanta repercusión tuvo que Michael Wadleigh fue allí y grabó uno de los mejores documentales de la historia: “Woodstock, 3 días de paz y música”. Fue montado posteriormente por el mismísimo Martin Scorsese. Ganó el Oscar al mejor documental en 1970. Y lo mejor de todo es que ha llegado hasta nuestros días con imágenes inéditas anadidas por el mismo director, imagen y sonido restaurado, dentro de lo que cabe, por supuesto; Lo que hace aproximadamente 3:30 horas de duración para conservar el espíritu de la generación de Woodstock para siempre, un espíritu que yo he intentado resumir en este artículo, regresamos a 1969…


La guerra de Vietnam estaba en sus comienzos, practicamente acababa de estallar, muchos estaban de acuerdo, alistemos a nuestros hijos y enviémolos a morir por la patria, por unos intereses políticos, hagamos que sean héroes nacionales a cambio de su vida y convirtamos a los cadáveres en nuestro orgullo familiar. Sin embargo, una nueva generación de jovenes no estaba de acuerdo, eran sus vidas las que estaban en juego, y no sólo eso, las vidas de muchos otros innocentes a los que no conocian, la destucción de un país pobre que luchaba por sobrevivir en la jungla mundial. Y no querían permitirlo. Por la paz, por el fin de la guerra, acudieron gente de todo tipo, hombres, mujeres, grupos religiosos incluso cristianos, todos eran bienvenidos allí, no importaba la raza, la religión, sólo debías creer en el ideal “Flower Power” y dejarte llevar por la buena música que tenias ante ti.


Comenzaron a llegar de todas partes mientras los técnicos montaban aquel mítico escenario, muchos fueron los que trabajaron sin descanso a cambio de muy poco. En el documental preguntan a uno de estos obreros cuál es la peor parte de todo esto, a lo que el obrero responde que no hay parte mala cuando se trata de algo tan grande como esto. todo debía estar listo tanto en el escenario como fuera de él, las tablas, el backstage, los puestos de enfermería, los aseos, la zona de cocina, sonido, focos, accesos… debía ser perfecto.

Todo el mundo esperaba impaciente en sus tiendas de campaña bailando, cantando, compartiendo vivencias conociendo gente de todas partes, en su mayoría estadounidenses. Todos aguardaban a que el primer artista en pisar el escenario de Woodstock comenzara a todar y se inaugurara así Woodstock. No sólo anónimos, si no que muchas estrellas llegaron temprano antes de que todo estuviera listo, no como ahora, y se paraban a hablar con la gente, casi como si fueran uno más de toda aquella multitud, en el documental podemos ver al lider de los Who, Roger Daltrey, Joan Baez, Janis Joplin… Todos disfrutando del momento como nunca lo habían hecho.

Aunque en el Documental no se mantiene el orden de actuación, si que conserva al menos el inicio del festival, a manos de Richie havens y su mágia y ritmo a la guitarra. Nada más verle aparecer por un costado del escenario, Woodstock ya estaba agitado aplaudiendo al artista que ofreció un recital sencillo, pero intenso, lleno de vida. La responsabilidad era enorme, llamar la atención de todos aquellos que se amontonaban frente al escenario y llegar a los que estaban más lejos. Esta actuación está grabada con un detallismo muy significativo, no es un artista de espectáculo visual, pero si llena el escenario con su música, sentado en su silla, una guitarra, micrófono y un pequeño apoyo musical por detrás, unos planos muy buenos y bonitos. Era un buen comienzo para el festival y por parte de su banda, pudimos ver el primero de los gestos de apoyo a la paz sobre un escenario.


La multitud estaba loca por formar parte de todo aquello y se pudo ver a gente entrando forzosamente al terreno, personas integrandose en el ambiente, músicos ocasionales e incluso gente de algunas organizaciones pacifistas que proclamaban sus ideas con el grito: “Él me ama, él nos ama” y otros muchos lemas que unieron a todos los que allí se reunían.

La siguiente actuación que nos muestra el documental es la de Canned Heat. Uno de los grupos más esperados, el público quería Blues al atardecer, quería girar,dar vueltas antes de que cayera la noche, el grupo, cada vez más animado se dejaba contagiar por el espíritu de aquellos que lo estaban esperando, se creo un ambiente inmejorable al ritmo de sus canciones.

Para actuación mágica y conmovedora, la de Joan Baez, todos en silencio esperando a que hablara, todo un icono de la época y la canción protesta, una actuación especial, pues estaba embarazada y radiante. Su voz con ese timbre tan particular y su carisma dejó a todos los que se congregaban al borde de las lágrimas de emoción, sus poéticos mensajes de paz y amor calaron hondo en todos los corazones y hoy en día lo sigue haciendo. Enorme Joan baez...

En este momento, el documental tiene un cambio muy sugerente e inteligente, a modo de contraste pasa de la armonía de Joan Baez al espectáculo sin igual de The Who. La banda salió a tocar de madrugada y se marcaron la actuación más larga de Woodstock, todo un maratón de sus mejores temas, incluyendo Tommy, fue lo que se llama un subidón para todos, por que incluso para la banda lo fue, pese a que acabaron al amanecer exhaustos y con un torrente de adrenalina recorriendo su cuerpo, no parecían liberarla durante la genial actuación, si no que parecía que acumulaan y acumulaan y todo iba adquiriendo un ritmo más frenético si cabe.


Lo siguiente, es un pequeño recuerdo para un grupo humilde de aquella época que hizo disfrutar muchísimo, pero que ahora están muy olvidados, hablo de Sha-na-na. Alegre y colorista fue su actuación, hizo bailar a todos alégremente desde el escenario, la felicidad era contagiosa, todo el mundo se estaba divirtiendo con ellos.

Lo espiritual era muy importante para esta generación cansada del mundo capitalista en el que se encontraban, una deshumanización creciente, una sobrevaloración del dinero y las posesiones, una sociedad preocupada por lo externo y lo accesorio. Podemos ver su preocupación por el alma en el documental, nos muestra a un profesor de Yoga al que muchos escuchaban interesados en lo que explicaba, no les importaba que les tomasen por locos ni lo que pudieran pensar de ellos, símplemente lo hacían sin dar explicaciones y sin hacer daño a nadie.

Garra y fuerza con Joe Cocker & The Greased Band, y sobre todo, mucha pasión. La emocionante With a little help from my friends, revolucionó todo. Era el primer concierto del segundo día tras una noche de maratón con The Who y Jefferson Airplane de madrugada. Pero nadie estaba cansado, todos querían más y más música. Joe Cocker se la dio, todo estaba revuelto ya preparado para otra jornada de música.

Si, todo estaba revuelto, hasta el tiempo y tras terminar su actuación, una fuerte tormenta impidió que siguiera el recital. Los técnicos del festival avisaron a los asistentes y les instaron a que se pusieran bajo protección por si acaso. Nadie quería dejar que la lluvia les estropease el momento, fue emocionante ver gritar a todos al unísono: No rain, no rain, no rain! Algunos se protegieron bajo plásticos, tiendas de campaña… otros pensaron que la lluvia era un regalo y la disfrutaron al máximo, dando paseos e incluso deslizandose en el lodo libremente.

Un poco de agua y barro no podían impedir que aquello avanzara, había que seguir con aquello, todo por la paz y la música, no había que tener miedo, todo debía ser aprovechado y mirar el lado positivo de las circunstancias. El “Flower Power” existia, cobraba vida poco a poco y tomó fuerza en este festival, musicos y asistentes así nos lo mostraban.

Country Joe & The Fish fueron los elegidos para reanudar el concierto una vez pasada la tormenta, que para nada había hecho mella en su ánimo y se decidieron a hacer vibrar a todos los que se agruparon en el escenario, no defraudó para nada, la moral seguía bien alta y la actuación fue acogida con los brazos abiertos y el espíritu libre.

Como podemos observar en la foto de uno de los músicos de The Fish, era la época de auge de la Marihuana y su apología. La gran mayoría de los que fueron a Woodstock probaron y compartieron esta sustancia que les hacía sentirse aún más libres y receptivos a cualquier experiencia. No sólo la Marihuana, si no también el alcohol y por qué no decirlo, otras drogas más peligrosas para nuestro organismo, la heroína, que causó una de las tres muertes que tuvieron lugar en Woodstock. La responsabilidad era de cada uno y no del movimiento pacifista. Las drogas fueron uno de los ingredientes de la experimentación, pero no el más importante, muchos se pasaban, otros no, pero no se puede manchar el nombre de una generación que no hizo daño a nadie por el consumo de estas sustancias.

Todos estaban contentos y a la espera de más música y diversión. Arlo Guthrie estaba ansioso por tocar y muy contento por haber sido convocado para el evento, un breve recuerdo de su actuación en el documental, un precioso recuerdo de un gran músico.

Es el turno de rememorar otra de las actuaciones más esperadas de uno de los grupos de Folk más importantes de la historia de la música, Crosby, Stills & Nash. Ya de noche ofrecieron un recital sublime y sosegado, tres grandes músicos en una larga actuación que constó de dos partes, la acústica, quizás la más intimista y especial. Y la parte eléctrica, la que abría el apetito de los presentes y preparaba para las siguientes actuaciones.

Ten Years After estuvo espectacular, furia, lucha, pasión… todos los ingredientes para el éxito asegurado, uno de los momentos memorables de Woodstock sin duda y creo que de los preferidos del director, puesto que se detiene en cada detalle de la actuación más que con otros grupos, y es que no es para menos, posiblemente una de las actuaciones más memorables de la carrera de esta banda.

Ahora llega lo que será recordado por muchos como uno de los momentos cumbre del Rock n’ Roll, la actuación en Woodstock de Jefferson Airplane. Acababa de amanecer y les precedía una actuación maratoniana de los Who, con estos datos no hubiera extrañado que el público ya estuviera agotado y quisiera descansar. Pero la presencia del grupo bastó para que todos aguardaran un poco más. Y es que fue tan grande su papel en el festival que consiguió que la gente ya agotada no pudiera evitar seguir saltando y bailando, era casi inhumano…


Muchos fueron los niños pequeños que estuvieron en Woodstock, incluso recien nacidos. La presencia de estos confirmaba una cosa, nadie iba a hacerles daño, estaban a salvo. Y justo al empezar la actuación de John Sebastian se anuncia un nacimiento en backstage… Él conmovido al igual que todos los asistentes, dedicó una de sus canciones a los innocentes, uno de los momentos más bonitos del festival, se intercalan imágenes de niños jugando y haciendo travesuras libremente durante el festival. Es un momento inolvidable.

Para no descuidar el ritmo, pasamos a otro de los momentos memorables del festival, el momento en el que Country Joe MacDonald, esta vez sin su banda, sube nuevamente al escenario a cantar uno de los himnos pacifistas del momento. Todos se sabían la letra que repetía una y otra vez que no alistasen a sus hijos a la Guerra de Vietnam. El público entero lo pedía a gritos. Muy emocionante.

Todo era paz, amor y libertad. La gente no se avergonzaba de mostrarse tal y como era, todo para ellos en el hombre era bello y digno. No había que ocultar nada. No había tabues, normas, ni restricciones. Todo era libre albedrío y diversión sin hacer daño a la naturaleza, ni al mundo. La visión de todos los aspectos de la vida humana era natural, incluso el sexo y la desnudez, ahora se ha perdido todo esto. ¿Nadie añora esta visión del mundo?

La banda de Carlos Santana, Santana, valga la redundancia, feeling y virtuosismo en directo. Ofrecieron una actuación llena de colorido y virtuosismo. Una puesta en escena buenísima y completa. Un trabajo excelente por parte de todos y uno de los que más se desvivió a parte del mismísimo Santana, fue el batería que le acompañaba. Se dejó la piel en el escenario.

Impecables estuvieron también Sly & The Family Stone, trajeron el Funky a una noche tan especial como era aquella, el escenario era negro y azul eléctrico, daba un efecto psocodélico asombroso. Sin duda, de los grupos más marchosos y animados de todo el festival. Y es que el Funky siempre funciona y nos llena de alegría y ritmo.

Una de mis debilidades, Janis Joplin, la voz más negra entre los blancos, la más especial de todas las rockeras que habrá nunca, ella es la más grande. Tenía fuerza como para llenar ella sola un escenario y desbordarse, otro icono de la generación, hoy se la sigue venerando aunque hayan pasado muchos años tras su muerte. Rebelde y espiritual, siempre fue ella. Y Woodstock era una cita importante para ella y para su consolidación como mito de una época. Es una autentica diosa del Rock.

Apenas había tregua en Woodstock, pero cuando la había, todos aprovechaban para descansar y reponer fuerzas fuera donde fuera. nadie se preocupaba por sus pertenencias, sólo importaba la música. Cuando era hora de levantar y seguir con su lucha desarmada, se les convocaba y ellos respondían sin queja alguno, al contrario, para ellos era todo un privilegio formar parte de todo aquello y decir: Yo estuve en Woodstock. No todo era descontrol, qué va, estaba muy bien organizado y protegido, acompañado por una serie de medidas higiénicas que dentro de lo que cabe ayudaron bastante, así como se repartía comida entre todos los asistentes, frecuentemente helicópteros venían con cargamentos de provisiones para hacer posible todo aquello.

A favor de todo este movimiento y digno de todo un homenaje, Max Yasgur, que cedió los terrenos para que se celebrara ahí el festival, tomó la palabra unos momentos durante el festival, todos le dieron las gracias y le aplaudieron por hacer posible todo aquello, estaba contento con el resultado y se convenció de que la paz y el ideal “Flower Power” tenía que conquistar el mundo y desarmarlo.

La última y no menos importante actuación, Jimi hendrix, que insistió en ser el último del programa y con los retrasos, no fue hasta el lunes al amanecer cuando dio el recital más largo de su carrera y sobre todo, uno de los más emotivos y espectaculares. No dejó a nadie indiferente, el público estaba agotado y al principio fueron unos pocos los que acudieron a verle, pero la mágia de este hombre llamó a todos y fue una de las actuaciones más concurridas de todo el festival. Y no es para menos, aun ahora se nos pone los pelos de punta cuando roza una de las cuerdas de su guitarra, si, sólo con eso ya nos hacemos a la idea de lo que vendrá después. El mundo echa de menos un genio como el de Jimi Hendrix.

El final de aquel festival había llegado, pero el espíritu se prolongó durante muchos, muchos años y aun no está perdido del todo. Era hora de recoger todo lo que se había destruido y pasear tranquilamente por la zona mientras poco a poco la multitud iba regresando a sus casas con una melancolía sin igual, y es que la vuelta de un lugar así es muy dura. Siempre quedará este documento como recuerdo de todo aquello, que es una pequeña ventana a todo lo que se vivió ahí, es el consuelo que nos queda a los de mi generación, que soy de finales de los 80′, ni siquiera tuve la suerte de que me rozara esa generación y sin embargo, la anhelo con todas mis fuerzas…

Es hora de regresar al 2008…

9 comentarios:

  1. Te vuelvo a linkear, álvaro. El otro día te 'eliminé' porque vi que el blog había desaparecido. Felicidades!

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  2. Que sabiduría tiene esta niñaa!! y que guapo tuvo que ser ese festival!!!

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  3. Las ilusiones de aquellos idealistas "logradas y plasmadas en un concierto"
    ...momento irrepetible del que TODOS hemos salido beneficiados pués de sus reivindicaciones se logró la mayor de las libertades: la sexual, que consiero abrió el campo de la libertad al ser humano como individuo (hasta entonces tabú) hacia la conquista de otras libertades que permanecen hoy en día. Sin embargo han sido "mal tratados" por una sociedad que no podía asimilar "tanta libertad de golpe" y olvidados por esta sociedad actual que piensa que gozamos del sexo libre desde "siempre".
    Te felicito por esta entrada tan interesante como emotiva (para mí).
    Un saludito.

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  4. Pues si... vaya sabiduria! A este paso voy a necesitar un dia entero para leer los megaposts de esta niña.Menuda epoca eran los 80'... creo que la mejor musicalmente hablando. Recuerdos....

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Eres de las personas que conozco que saben mas de musica!

    increible!

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  7. Excelente film y posteo!
    Si eres fanático del rock así como del cine, te invito a que visites mi otro blog, Querido Rock. En realidad, es un programa de radio que hacemos todos los jueves a las 10 de la noche (hora argentina) y que se puede escuchar on line desde el blog.
    Un abrazo.

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  8. Hola, Álvaro. Gracias por pasar por Querido Rock y gracias por la buena onda. ¡Qué bueno que hayas homenajeado a Woodstock!
    Te agrego a nuestros Queridos Blogs.
    Saludos desde el tercer mundo, Buenos Aires.

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  9. Si no lo hubieras dicho pensaría que estuviste allí!!!Genial reportaje!

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