27 de febrero de 2009

Forajidos, la esencia del cine negro

Ernerst Hemingway escribió a finales de los años 20 un relato corto formidable en el que dos asesinos a sueldo llegan a un pequeño pueblo en busca de "El Sueco", un hombre solitario del que nadie sabe nada. El relato acaba con el asesinato del Sueco y nada más. El cómo y el por qué del asesinato de este enigmático personaje, nos lo amplía esta película (a base de flashbacks), máximo exponente del cine negro.




Riordan, Edmond O'Brien (excelente actor secundario de la época), es un agente de seguros que se ocupa de recopilar información sobre la vida de El Sueco (el magnífico Burt Lancaster), y el por qué acabó esperando a sus asesinos en un pueblo perdido.
Influenciada claramente por la revolución de Ciudadano Kane y sus flashbacks, Forajidos (1946) va más allá y nos presenta la historia con flashbacks subjetivos que diversos testigos le van contando al agente de seguros de una forma no lineal, cronológicamente discontínuos, hacen que vayas uniendo piezas poco a poco y te mantienen en suspense durante toda la película. Los testimonios de cada personaje que van apareciendo a lo largo de la película son relatados exactamente como el testigo los vivió,sólo aparecen en escena las cosas que vio,nada más. Ésto hace que resulte una investigación tan atractiva y misteriosa al espectador.
Poco a poco se van atando cabos, y conocemos a Kitty Collins, una femme fatale novia de un gángster que enamora al Sueco y lo arrastra hacia su terrible destino. Ella no podía ser otra que Ava Gardner, en su primer papel como protagonista que representa a la perfección desde el primer momento que entra en escena a la femme fatale en estado puro. ¿Quién no se dejaría llevar por esta Diosa de la seducción?

La escena en la que Kitty y El Sueco se conocen es sencillamente perfecta, la esencia del cine negro y de lo que se puede lograr haciendo los planos precisos. Se siente el magnetismo de ella, la atracción sin medidas que provoca en él, sin decir ni una palabra,gracias a los planos y contraplanos de Siodmak, lo entiendes todo. Impresionante.



Esta película no tiene un protagonista concreto, ni El Sueco, ni el agente Riordan, ni la seductora Kitty...es la historia, que nos muestra poco a poco con sus escenas largas e hipnotizadoras los más bajos instintos del ser humano, los requisitos del cine negro, lujuria, violencia, traición, misterio, ambición... Esto es lo que hace que la película resulta tan oscura y turbia como se merece.
Mención especial también a la increible fotografía en blanco y negro que juega con los claros y oscuros a la perfección desde el principio,cuando aparece por primera vez en pantalla Burt Lancaster, entre sombras, ocultando su rostro...simplemente magnífica.



Sin más dilación, sólo diré lo que suelo decir para terminar mis entradas de películas que considero esenciales, vedla, vedla, vedla...


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