Watchmen es un comic escrito por Alan Moore y dibujado por Dave Gibbons, publicado por primera vez durante los años 1986 y 1987 por DC Comics en una serie cerrada de 12 números. Posteriormente se publicó como un único tomo, lo que lo convirtió en una novela gráfica. Debido a su gran éxito ha sido reeditada en varias ocasiones y traducida a numerosos idiomas.

Su gran calidad la avalan los numerosos premios que ha obtenido y la gran aceptación y valoración del propio público. Ya en 1988, al año de su primera edición, consiguió el Premio Hugo, convirtiéndose en todo un precedente al ser la primera novela gráfica en obtenerla. También es digno de mención que en 2005 ha aparecido en la lista de la revista Time delas 100 mejores novelas de lengua inglesa publicadas desde 1923, siendo la única obra de su género en esa lista.

La historia de Watchmen se desarrolla en 1985, en una realidad alternativa modificada por la existencia de superhéroes que viven entre la población humana. En ese momento nos encontramos con la situación de que los Estados Unidos están a punto de entrar en una tercera guerra mundial con la Unión Soviética. En la ciudad de Nueva York y en esta caótica situación, nos encontramos con la historia de un grupo de héroes del pasado y del presente, y como se ven afectados por la extraña muerte de uno de ellos. Pero estos héroes no son como los que estamos acostumbrados, con poderes sobrenaturales que los ayuden en su misión, son gente corriente que se enfrenta a sus propios problemas y conflictos personales. Tan solo uno de ellos, el Doctor Manhattan, tiene poderes.

El comic comienza con el asesinato de un hombre llamado Edward Blake en la ciudad de Nueva York el 12 de octubre de 1985, dos detectives investigan su caso, sin querer que se filtre mucha información al respecto por temor de atraer la atención del último enmascarado en activo, llamado Rorschach, pero el aventurero ya está sobre la pista y no tarda en descubrir que se trataba de "El Comediante", uno de los dos únicos enmascarados amparados por el Gobierno, mientras que al resto de ellos se les había prohibido llevar a cabo sus actividades a partir de la ley Keene aprobada en 1977. Rorschach sospecha que la muerte de Blake solo es el comienzo de una conspiración para eliminar a todos los enmascarados y trata de advertir al resto de héroes. Siguiéndolo conoceremos al resto de personajes: Jon Osterman (el Doctor Manhattan, el único con poderes sobrenaturales y el otro aventurero autorizado por el gobierno) y su novia, Laurel Jane Juspeczyk (el segundo Espectro de Seda, siendo la primera su madre y la que la condujo a seguir sus pasos), Daniel Dreiberg (el segundo Búho Nocturno y quién más nos ayudará a conocer a su mentor, el primer Búho) y Adrian Veidt (Ozymandias, de quien se dice que es el hombre más inteligente del mundo).

A lo largo de los 12 capítulos que componen la novela gráfica nos vamos encontrando con los personajes del presente y aquellos héroes del pasado, tan humanos como los nuevos, que los inspiraron. Vamos conociendo a algunos de esos personajes en mayor profundidad a medida que la trama de la historia avanza. Me parece magnífica la forma en que se cuenta en ocasiones una misma anécdota desde diferentes perspectivas, y también lo novedoso de no utilizar tan solo el comic como forma de adentrarnos en la historia, sino encontrarnos al final de cada capítulo con supuestos documentos que nos adentran más en el conocimiento de los personajes, de sus pensamientos, de los hechos que los han hecho ser como son.

Personalmente tengo que decir que mi personaje preferido sin duda es Rorschach, del que tenemos tanto por descubrir que es fascinante ir leyendo todo lo referente a su vida y a su forma de ver el mundo, es un personaje que realmente me fascina. El comediante pese a que su muerte es el comienzo del comic resulta también de lo más intrigante, es un punto clave en todo el desarrollo de la historia, al formar parte de los dos grupos de héroes, los minutemen del pasado y los nuevos enmascarados; su personalidad llega a arrollar, sin poder decidir en cada una de sus intervenciones si se trata de un héroe, un monstruo o tan solo un hombre que no sabe si comprende este mundo demasiado bien o tal vez no quiere comprenderlo.


Respecto al comic en general, recomiendo su lectura a todos, puesto que yo tampoco estoy muy metida en el mundo de los comics y me ha parecido una auténtica obra maestra. Con diversas películas a lo largo de mi vida me ha ocurrido que tras verlas se han metido en mi interior y han dado vueltas en mi cabeza durante largo tiempo, asimilandolas de forma progresiva y lenta, y precisamente esas películas son las que valoro por encima de otras. Con el comic de Watchmen me ha ocurrido lo mismo, tras leerle permanece obsesionando mi cerebro y haciendome cambiar a cada segundo de sensaciones al recordar uno u otro fragmento, como si no se pudiese procesar con una única lectura, y es que de hecho no creo que se pueda.

Aunque a lo largo de los años ha habido diversos proyectos y nombres relacionados con la adaptación de este comic por excelencia a la gran pantalla, esta película no ha visto la luz hasta caer en las manos del director Zack Snyder.

Tras la demostración de su capacidad de adaptación de comics a la gran pantalla en 300, Warner Bros negoció con él y no fué hasta junio de 2006 cuando se confirmó que Zack Snyder sería quien al fin dirigiría la esperadísima adaptación de Watchmen a una versión cinematográfica, la cual se ha estrenado recientemente, el 6 de marzo de 2009.

Después de ver la película lo único que puedo decir sin temor a equivocarme es que estamos ante una gran adaptación. Su metraje de casi tres horas de duración nos traslada al comic, los protagonistas están en su mayoría perfectamente elegidos y caracterizados, siendo muy parecidos fisicamente a los del comic, y aunque interpretativamente unos lo hacen mejor que otros en el fondo todos cumplen.

A nivel de interpretación me sigo quedando con mi personaje preferido del comic, Rorschach, interpretado por Jackie Earle Haley, quien, por encima de su íncreible parecido físico con el personaje, consigue convertirse en él y traérnoslo a la tercera dimensión. Patrick Wilson embutido dentro del disfraz del buho nocturno consigue también convencerme del todo, al meterse completamente en la piel y la personalidad del personaje del comic. Jeffrey Dean Morgan también hace un papel fantástico en la piel del comediante, retratandolo en cada detalle. El Doctor Manhattan está muy logrado, perfectamente caracterizado por Billy Cudrup y todos los efectos especiales utilizados. Las interpretaciones más pobres, a mi parecer, corresponden a los actores que encarnan a Laurie Jupiter (Malin Akerman) y Adrian Veidt (Matthew Goode).

Lo cierto es que para ver la película recomiendo encarecidamente leer antes el comic, puesto que muchas cosas no se entenderán o no se apreciarán en su justa medida si antes no lo has leido en el comic. Pese a ser una muy buena adaptación, no puede evitar dejarse cosas en el tintero- realmente sería imposible no hacerlo en el metraje que te permite un formato película- y contar otras de forma muy rápida. En el comic los personajes tienen una gran profundidad y nos encontramos con unos personajes y una historia que tienen mucho que decir, más allá de la historia concreta que le ocupa o de los personajes principales, pero inevitablemente todo ello ha quedado muy corto en la película, por lo que os recomiendo la lectura del comic para que podais valorar en su justa medida el universo Watchmen.

Viendo la película recordaba el comic en fragmentos, unos perfectamente retratados y otros más rápidos y de forma más sencilla. Las diferencias que se han establecido entre película y comic son mínimas, la más significante es el cambio de final, pero en el fondo no es más que una forma más sencilla de darnos la misma reflexión, así que tampoco supone un gran cambio.

Los créditos de inicio de la película son realmente fantásticos, contándonos de forma rápida la historia del primer grupo de héroes y mezclándolos con imágenes históricas distorsionadas por la realidad de esos héroes en la vida cotidiana. Estas imágenes y una serie de comentarios a lo largo de la película son lo que nos cuenta el pasado de aquellos primeros aventureros y como han acabado, consiguiendo reducir, de este modo, al mínimo los flashback que encontramos en el comic y que nos hablan tanto de ellos como del inicio de los enmascarados protagonistas, dejando tan solo los imprescindibles para entender la historia.


En cuanto a los creadores del comic y su relación con la película, Alan Moore se desvinculó desde el principio del proyecto debido a su creencia de que ha escrito la historia únicamente para el formato comic, y que esa debe ser la manera de entenderla, negándose siempre a la idea de una adaptación cinematográfica; en cambio David Gibbons admitió que pensaba que Zack Snyder haría un buen trabajo con la adaptación y le apremió con algunos consejos que el director aceptó.

Si algo me parece criticable de la película es, sin duda, su banda sonora. Las canciones no pegan con lo que se nos muestra en pantalla y en múltiples ocasiones molestan, abstrayéndote de la película, al contrario de lo que deberían hacer, ayudarte a entender la trama y acompañarla.