Desesperado por encontrar a su hijo mientras trata de mantener ocultos sus trapos sucios, Cain contrata los servicios de Knapp (Jeremy Sisto), un investigador profesional que trabaja fuera del estricto reglamento de la ley, para recuperar a las víctimas de secuestros, y guiar a las familias a través del agotador proceso, junto con Turner (Carmen Ejogo), su mano derecha y leal compañera.

Trabajando de forma opuesta a Knapp y su equipo, está el Agente Especial Latimer King (Delroy Lindo), un experimentado agente del F.B.I., que decide retrasar su retiro debido a su gran interés personal en este caso tan complicado, al igual que su compañero y antítesis, el Agente Andy Archer (Linus Roache), un agente federal que tan sólo sabe trabajar según lo dictado por el reglamento.

La serie resulta muy interesante, con un ritmo muy acertado a la historia, la inclusión de pequeñas escenas veloces que te cuentan de nuevo pequeños detalles y te ponen al día a lo largo del capítulo resultan muy coherentes.

Se compone solo de una temporada que, debido a la falta de audiencia, tuvo que ser recortada, de aqui deriva el hecho de que los últimos capítulos resultan muy rápidos, ya que en varios capítulos tuvieron que resumir toda la trama y su conclusión, lo que te deja con una sensación de no haberlo visto todo, de querer sacarle más jugo. En cualquier caso me parece muy idónea la utilización de series de una temporada en este tipo de tramas con un comienzo y un final muy definidos, ya que la realización de más temporadas solo lleva a desvirtuar la historia y perder calidad, aunque me he quedado con las ganas de una buena temporada, en su longitud natural y no reducida a 13 capítulos por mala suerte, si bien no desmerece ninguno de ellos y mantiene la tensión a lo largo de toda el metraje.